Enumeraba Peter F. Drucker seis puntos para identificar y resolver problemas, tomando las decisiones correctas.
Hacía hincapié en que a la hora de tomar una decisión sobre un problema es fundamental que se hayan presentado alternativas, diálogos entre diferentes puntos de vista. Esto enlaza con otra idea del mismo autor: los líderes deben escuchar antes de actuar. En una sociedad empresarial basada en el ordeno y mando, tener líderes que sean capaces de escuchar a su entorno, para cuestionar sus propias decisiones, resulta bastante improbable.
Aunque la realidad nos demuestra, y parece de sentido común, que una decisión tomada por consenso se aplicará de una manera convencida y no de una manera obligada.
Profundizar en la causa de los problemas, buscar la raíz, es más productivo cuando se hace en una sesión conjunta que intentarlo uno solo. Las sesiones conjuntas permiten el diálogo, el cambio de opiniones y la permeabilidad sobre los criterios de actuación de cada uno. Claro que para llegar a este punto lo más importante es la confianza entre los interlocutores y la confianza en que el líder llevará a cabo la decisión consensuada.
Todo esto llevado con la diligencia debida, para no acabar en la vía muerta de la parálisis por el análisis.
Preguntar, escuchar, profundizar, consensuar y actuar asumiendo la responsabilidad de las acciones llevadas a cabo.
Parece fácil, pero lo complicamos tanto con la falta de humildad y los egos.