Emprender es una actividad de alto riesgo, a la que ahora se suma otro factor altamente peligroso: la banca está empezando a prestar dinero alegremente, fácil y barato (se estaban quedando sin negocio).
El principal obstáculo para emprender suele ser la financiación, y si ahora la encontramos fácilmente es probable que nos lancemos a montar nuestro negocio sin analizar debidamente los riesgos (lo sé por dolorosa propia experiencia)
Cuando arrancamos nuestro proyecto nos podemos encontrar con menos ventas de las calculadas, imprevistos, retrasos en los proveedores, averías, permisos que no llegan… Todo esto consume tiempo. Si lo primero que hacemos es firmar el crédito, todo el tiempo que transcurra hasta conseguir ingresos deberá ser lo más corto posible.
El director de la entidad podrá ser amigo nuestro desde la infancia, pero en el momento que tengamos un retraso en un pago se acabará la amistad y comenzarán los problemas. Por tanto, cuando te financies busca la operación que mejor se adapte a tus circunstancias y necesidades, nunca negocies en base a una amistad.
El papel lo aguanta todo, así que pon por escrito tu proyecto, teniendo en cuenta al menos lo siguiente:
- ¿En qué soy bueno? Emprende dominando la actividad que vas a hacer.
- ¿Seguirá siendo viable mi negocio dentro de cinco años? La tecnología avanza, ¿seguirán existiendo las tiendas de ropa o comprará todo el mundo por Internet?
- ¿Quién es el líder de mi posible competencia? ¿Qué hace diferente a los demás?
- ¿Cuánto me va a costar montarlo? ¿Me lo puedo permitir?
- ¿A qué segmento de clientes me voy a dirigir?
- ¿Dónde encuentro a los clientes?
- ¿Cómo los llevo hasta mi negocio?
- ¿Cuánto tiempo puedo «sobrevivir» sin ingresos?
- ¿Me apoya mi familia’ ¿Por qué?
Es difícil montar un negocio y que empiece a funcionar generando beneficios rápidamente. Todo requiere tiempo y, a veces, no tenemos en cuenta esos plazos.
Una regla básica: cuando tengas tu proyecto desarrollado, conociendo los importes y tiempos, increméntalo todo un 30%. No puedes ir justo porque lo pasarás muy mal.
No olvides que cuando emprendes «arrastras» a tu familia contigo, asegúrate de tener los deberes bien hechos.
Emprender es una actividad de riesgo, no lo conviertas en una condena por la deuda que contraigas.
Planifica, planifica y planifica.