A todos los padres y madres con niños y niñas en edad de cole nos ha tocado ver, firmar y discutir las notas en estos días. En mi caso les he tratado de transmitir a mis niños que no necesito supernotas, que me vale con que estén en el grupo de cabeza de la clase, pero que, sobre todo, detesto y me enfado cuando un profesor me dice que están por debajo del rendimiento que pueden dar.
Así que tuvimos nuestra reunión hijos+padre para comentar el resultado de las notas. Traté de transmitirles que las notas, las calificaciones sobre su trabajo, no tienen como objetivo hacer que yo me sienta mejor sino que son el resultado de su esfuerzo, de su trabajo.
Es difícil motivar a estudiar, así que les propuse que debían elegir la opción ganadora en un ejercicio de supervivencia:
– Tienes bajo tus órdenes un comando de valientes soldados, con la misión de salvar a un grupo de personas atrapadas en la selva, bajo el control de un malo malísimo. Puedes elegir enviar a tu comando con tres equipaciones diferentes:
a) con machetes.
b) con machetes y pistolas.
c) con machetes, pistolas y ametralladoras de asalto.
¿Con qué equipación los mandas?
Los niños son niños pero no son tontos: – Papá, con la c). Pues hijos míos la vida es igual, o te preparas y te equipas bien (con tu formación, con tu interés por aprender, con tus experiencias) o será mucho más difícil sobrevivir en la selva de la vida.
Y lo que es mucho más importante, tenéis que hacerlo por vosotros no por las notas. Debéis tener el firme propósito de ser mejores de lo que erais ayer, de no quedaros por debajo del rendimiento que podéis dar. En realidad no se trata de ser mejores que los demás, «simplemente» ser mejores que uno mismo cada día. Esa es la mejor garantía para sobrevivir en la selva.
– Papá, como en la vida misma.
– Sí hijos, sí, como en la vida misma.