Paso 1: Cree en TI, eres un jamón.

PASO 1 CREE EN TI

Estoy harto de tanto anuncio y blog para conseguir un cuerpo escultural, una tableta XXL, alargamientos de… (ya sabes), aprender a tocar la guitarra en diez días y todas estas tonterías que nos prometen como si fueran píldoras de la felicidad: te las tomas y ya estás en el Olimpo de los dioses.

Venga ya.

Aquí no se consigue nada sin el debido esfuerzo. Cuando veo a alguien que toca muy bien la guitarra le pregunto como lo hace y claro me mira con cara como si fuera uno tonto: «practico varias horas al día». Vaya, pensaba que viendo un tutorial de Youtube ya salía yo tocando la guitarra.

Claro, así vienen después las decepciones y los sentimientos de impotencia, inseguridad, inferioridad y el resto de in… que se te ocurran.

Así que el primer paso para empezar bien el día y el resto de tu vida es levantarte creyendo en ti, mirarte al espejo por las mañanas orgulloso de quien eres. No es fácil, tampoco lo es tocar la guitarra, esquiar, dibujar…todo requiere un esfuerzo. No me digas que te ves con unos kilos de más y eso te frustra; pues ponte a régimen y haz ejercicio. ¿Qué quieres, que se vayan solos?

Sobre todo no olvides que creer en uno mismo se parece bastante a preparar un jamón para comérselo. Ir a la tienda, que el vendedor te busque uno de confianza, catarlo y olerlo como si supiéramos, esa es la parte que la vida, nuestros padres y la genética ha hecho por nosotros. Así pues, nos hemos convertido en un jamón.

Cuando un jamón llega a casa comienza un ritual, primero la algarabía familiar, después lo ponemos en la tabla con mimo, cogemos los cuchillos bien afilados y comenzamos:

a) Quitamos las capas superficiales, la corteza que da amargor y el exceso de grasa hasta encontrar el sabroso filón del jamón.

b) Cortamos lonchas finitas, casi transparentes, y las colocamos con mimo en un plato bonito.

c) Intentamos dejar el jamón arreglado para evitar el desagradable corte en forma de cuenco y lo reservamos hasta el próximo plato.

Pues empieza a creer en ti de la misma forma. Elimina las capas superficiales que te han dicho que hay que tener, muéstrate natural, eres una persona no un anuncio andante. Cada día conviértete en un excelente plato para que te saboreen, alimenta el espíritu de quienes te rodean y siempre déjalos con ganas de más. Así irás creciendo en tu autoestima, gustarás y progresarás en tus cometidos.

Y no olvides que quien va cortando el jamón (tú) siempre va probando esos trocillos que no valen para el plato aunque están buenísimos.

Disfrútate.